Normal
0
21
false
false
false
ES
X-NONE
X-NONE
MicrosoftInternetExplorer4
Los Eurnekian
aspiran a sacar su holding a bolsa en dos años. El negocio principal de Corporación América consiste en
gestionar 51 concesiones aeroportuarias en América Latina y Europa, pero los Eurnekian esperan que el crecimiento
futuro provenga de la industria tecnológica. Además, su experiencia en
conseguir contratos del gobierno podría ayudarles a compensar los desafíos que
afrontan como novatos en una industria muy competitiva y globalizada.
“Al ser una nueva empresa, estarán en una
posición de gran desventaja”, dijo Len Jelinek, director sénior y analista jefe
de fabricación de semiconductores en la consultora IHS. “No tienen un historial
de desempeño comprobado”, indicó, “aunque podrían conseguir contratos
impulsados por la influencia política o del gobierno”.
Su ubicación en Argentina presenta sus
propios retos, incluyendo la alta tasa de inflación, aumentos de salarios
anuales y obstáculos a las importaciones. “Si no pueden igualar o superar el
precio de la competencia, no serán un actor a largo plazo”, opinó Jelinek.
“Esta industria siempre ha girado en torno a hacer las cosas más baratas cada
año. (…) Están intentando hacer algo extremadamente difícil”.
La familia ya ha invertido US$300 millones en
la nueva división empresarial, llamada Unitec
Blue, que planea vender productos de microchips a compañías y gobiernos en
América Latina y otras regiones. Hace poco empezó a producir algunas de las
tarjetas de transporte público que utilizan millones de personas en Buenos
Aires y planea participar en licitaciones para proveer licencias de conducir en
Estados Unidos. Sus microchips pueden integrarse en una amplia variedad de
productos, incluyendo pasaportes de alta tecnología y aparatos de seguimiento y
ubicación de ganado vacuno, un sector clave en Argentina.
Aunque su fábrica está lejos de Buenos Aires,
Gainza Eurnekian asegura que lo que importa es su proximidad a otros países
latinoamericanos. Dado que es la única fábrica de nanotecnología comercial de
su clase en toda la región, su ubicación podría darle una ventaja de cara a las
ventas y distribución.
Bancos latinoamericanos y compañías de
telecomunicaciones, así como gobiernos municipales y federales, han importado
tecnología similar de Asia, Europa y EE.UU. El año pasado, Argentina importó 35
millones de tarjetas GSM para celulares, indica Diego Barletta, director de
ventas de Unitec Blue.
La empresa ya ha firmado o negocia contratos
en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú, y espera
producir en torno a 1.500 millones de microchips al año. No obstante, existen
riesgos, reconoció Gainza Eurnekian.
Las tendencias tecnológicas pueden cambiar de la noche a la mañana y la demanda
de equipos nuevos y caros obligará a la compañía a reinvertir continuamente.
“En tres o cuatro años todas estas máquinas quedarán obsoletas”, dijo señalando
un equipo importado que costó US$250 millones.